La calidad de una editorial en el campo de los estudios humanísticos es determinada
por una combinación de criterios, como el rigor en la evaluación científica, el impacto
académico, el cuidado de la producción editorial, el acceso al conocimiento y la ética en
la gestión de los derechos de autor. Una editorial de calidad contribuye no solo al éxito
comercial de sus títulos, sino también al avance de la investigación y al debate académico,
consolidándose como un pilar fundamental en la difusión del conocimiento en el área de
las humanidades.